Una decisión que tomar
Los padres pueden ver de manera diferente las opciones sobre lo que pueden hacer por su bebé en el momento del nacimiento. Puede que usted escuche el término "resucitación" o "reanimación" para describir la acción de colocar un tubo de respiración o la realización de RCP.
A continuación puede escuchar dos experiencias familiares diferentes.
Elijah: Cuando los doctores entraron para hablarnos, fue una sobrecarga de información. Compartieron tantas posibilidades aterradoras. Sentimos como si nadie tuviera buenas noticias para darnos.
Intentamos usar Google, pero eso empeoró las cosas, así que no recomendaría hacerlo. Nos dijeron que teníamos una opción, pero no nos atrevíamos a discutirlo.
Todavía nos dolía la pérdida de un embarazo normal y ahora teníamos que tomar una decisión muy importante. Obviamente, queríamos hacer lo mejor para nuestra Amani, pero no era tan simple.
Ambos estábamos tristes, molestos, aterrados y abrumados, todo al mismo tiempo. Recuerdo haber pensado: ¿alguna vez podrá vivir de manera independiente, ir a la escuela, hacer deportes, asistir a la universidad, casarse?
Su mamá estaba más concentrada en poder conocer a su hija. Como algunas familias, nosotros queríamos que los doctores intentaran, al menos, ayudarla a respirar, para ver qué era lo que ella podía hacer.
Jane: Me sentí culpable de no haber podido llevar a Grace a término, pero me dijeron que no era mi culpa. Los doctores me dijeron que cada familia tiene una situación particular. Cada familia toma una decisión que es correcta para ellos y no hay una decisión correcta o incorrecta.
Yo sabía que no quería que ella sufriera, solo porque la quería, especialmente porque existía la posibilidad de que, aunque la sometiera al dolor, el resultado podía seguir siendo ser el mismo. Y si ella sobrevivía, ¿podría darle una buena vida?
Aunque me sentía culpable, les pregunté a los doctores qué pasaba si todas los procedimientos médicos eran demasiado. Me dijeron que era muy importante discutir eso y me explicaron cómo sería. También me explicaron cómo podíamos hacer que nuestro corto tiempo juntos fuera significativo y cómo crear recuerdos.
Sus abuelos y yo no estábamos de acuerdo, pero al final, era mi decisión. Yo tenía que hacer lo que creía correcto para Grace, no para mí ni mis padres.