Cómo manejar el estrés y la incertidumbre
Probablemente usted sentirá una variedad de emociones durante su tiempo en el NICU. Las familias encuentran maneras diferentes de afrontar y sobrellevar los largos meses en los que su bebé está hospitalizado.
Sabíamos cuáles eran las posibilidades, pero…
Sofía:
Sabíamos cuáles eran las posibilidades, pero le orábamos a Dios por un milagro. Estaba en SUS manos.
Los doctores nos decían todo el tiempo: cada bebé es diferente y no hay manera de saber. Era aterrador escuchar que ni los doctores sabían cómo saldría todo.
Cada vez que nos daban malas noticias, no queríamos creerlo. Yo era la que siempre se aferraba a la esperanza. Javier parecía perderla cuando Santiago no la pasaba bien. Pienso que era porque tenía mucho miedo.
Nuestra hija seguía preguntando cuándo iba a volver a casa Santiago. Ella lo había visto un par de veces, pero no la queríamos asustar con todos los cables y tubos. Oraba para que fuéramos una familia de cuatro.
Cuando lo transfirieron al centro de rehabilitación, sentimos como si se pudiera alcanzar el objetivo. Cuando vino a casa con nosotros, nuestras oraciones se enfocaron en que él pudiera caminar, hablar y reconocernos.
Me sentía impotente y a veces enfadada…
Dara:
Me sentía impotente y a veces enfadada ¿Por qué nos estaba pasando eso a nosotros? ¿Por qué nuestro bebé? ¿Por qué tuvo que ser él uno de los bebés que no se mejoraba con los tratamientos?
Nos preocupaba cómo sería la vida de Steven si sobrevivía. Sentíamos que no teníamos control de nada. Sentía que la única manera de hacer algo, cualquier cosa para ayudar, era estar con él siempre que fuera posible.
La esperanza era lo que me sacaba adelante. Siempre tuve esperanza. Al principio, por supuesto, esperábamos que Steven viviera. A medida que su enfermedad avanzaba, solo esperábamos que él ya no sufriera.